El inmueble ha sido reformado en su totalidad y diseñado de manera ecosostenible; tendrá capacidad para 99 plazas y 26 de estancia diurna. El próximo mes abrirá sus puertas
Los nuevos propietarios reformaron el inmueble casi en su totalidad con un concepto ecosostenible.
Canarias tiene un déficit de 8.075 plazas en residencias de mayores. Así lo destacó el informe de la Asociación de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales, presentado a comienzos de año, que expone que esta sería la cifra idónea para alcanzar la ratio de cinco por cada 100 personas mayores de 65 años.
Siendo conscientes de esta necesidad y dada la experiencia en el sector de uno de los tres socios que conforman la empresa Ecoresidencias Gerontalia, una entidad con capital 100% canario, se decidieron a apostar y adquirir el inmueble en el que se asentaba el antiguo hotel Tierra de Oro, de cuatro estrellas, ubicado en la zona residencial de La Cartaya, en Los Realejos, para convertirlo en una residencia de mayores que llevará el mismo nombre.
Tras muchos años de gestión en los que se ganó un merecido prestigio por contar con un spa climatizado, sus instalaciones fueron renovadas en el año 2007 con 50 habitaciones distribuidas en tres plantas. Los huéspedes tenían a su disposición un vestíbulo con recepción 24 horas, cafetería, restaurante, bar, salón de peluquería e instalaciones para conferencias.
Sin embargo, el establecimiento no logró remontar el vuelo y se vio obligado al cierre.
Los tres socios decidieron adquirir el inmueble y en 2020 comenzaron las obras para contar con instalaciones totalmente accesibles y de calidad que permitan acoger 99 plazas residenciales y 26 de estancia diurna.
La reforma ha sido del 90%, únicamente se mantuvo la estructura. Los trabajos, pandemia de por medio, están llegando a su fin, ya que la idea es que abra sus puertas a comienzos del próximo mes. De momento será de carácter privado, pero no descartan que en el futuro algunas plazas puedan ser concertadas.
Incluso, adelantan, hay interés por parte del Servicio Canario de la Salud y delInstituto de Atención Social y Sociosanitaria (IASS) para hacerlo, “pero eso se dejará para el año próximo”, asegura uno de los propietarios, Iván Márquez.
Con la residencia funcionando, se crearán entre 60 y 70 puestos de trabajo entre médicos, enfermeros, cocineros, personal de limpieza, logopedas, integradores sociales, fisioterapeutas, personal de mantenimiento y administrativo.
Dado la gran cantidad de espacios libres y zonas verdes con la que cuenta el inmueble y su proximidad a un entorno rural, los mentores del proyecto consideraron que lo idóneo era darle un enfoque ecosostenible, con un plus de inversión en ese sentido, tanto en la construcción en sí, apostando por energías renovables, ahorro energético, de agua y climatización, como en la gestión residencial futura, con la compra de productos respetuosos con el medio ambiente para la limpieza y la autoproducción agrícola.
La idea de la empresa es adquirir unas parcelas colindantes a la residencia para instalar huertos ecológicos que sirvan para el consumo del centro y que sean cuidados por aquellos residentes que puedan y quieran dedicarse a estos trabajos.
El objetivo último es intentar huir del modelo hospitalario y clínico que durante la pandemia demostró no ser efectivo, a favor de otro más confortable, cercano y hogareño, que aporte mayor calidad de vida.
Fuente: Diario de Avisos